8 sept 2011


Lady Gaga, Britney Spears: Del baile y la instrumentacion 

¿Lady Gaga? ¿Britney Spears? Deben saber que todo es un producto comercial, la música que escuchamos es intrascendente y carece de poesía, que es lo que hace grande un tema. Porque el arte de la literatura es que cada uno pueda darle varias interpretaciones a una obra maestra. Por otro lado, en la música todos te dicen cómo cantar, bailar, moverte y caminar... ¡Pero también es cierto que hay que poder hacerlo!

Lady Gaga es una excelente instrumentista pero, a mi entender, cantar canta como el ojete. Tiene canciones insufribles, casi todo electrónico y antinatural. O sea, que si no existiese la electricidad, Gaga no cantaría más. Por otra parte, baila como si tuviera un palo en orto.

Britney Spears es una excelente bailarina y no sólo tiene buena presencia, sino que sabe transmitir con el cuerpo. Pero hay que decir que no canta bien y no toca nada.

Ni Lady Gaga ni Britney Spears son artistas realmente. Si lo fueran, para brillar no necesitarían luces y cantidades de rellenos. Si Gaga fuera grande no debería bailar, porque no se le da. Si Britney fuera compositora, con la música que tiene para bailar sería un talento desperdiciado. A las dos les faltan elementos, y las dos cantan como el ojete. Si quieren escuchar cantantes enserio, que afinen el instrumento natural que se encuentra en nuestra laringe, recurran a Mercedes Sosa o Barbra Streisand, y a otros pocos que supieron hacer con sus voces cosas grandes. La voz no es sólo sonoridad: es vibración, resonadores, columna de aire, relajación, apoyo pélvico, cola. Y es todo el cuerpo la gran caja de resonancia. Britney Spears y Lady Gaga no usan nada de esto, lo cual es arruinarse la poca de voz que tienen. Ahí radica la mediocridad de no saber qué es cantar y escuchar.

En definitiva, esto parece una lucha absurda sobre quién canta peor, y la realidad es otra: ambas revivieron muchas cosas buenas; Lady Gaga a los instrumentistas por saber ejecutar en el piano, y Britney Spears el protagonismo de la danza, que era algo muy olvidado.

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